
Esther Fraila Méndez, madre del niño Luis Ángel, de seis años, quien se encuentra secuestrado desde el 6 de febrero en Vicente Noble, provincia de Barahona, explica por qué no llora por su hijo.
Dijo que no podía cambiar y continuó tomando sedantes debido a su presión arterial alta.
En su primera entrevista muy crítica, no lloró y estaba tranquila porque estaba medicada.
También dijo que no había razón para llorar porque su hijo estaba vivo y cuando él apareciera y hablara, muchas personas irían a la cárcel por calumniarla.