Decenas de familias dominicanas continúan afligidas por enfrentamientos entre líderes de pandillas en barrios capitalinos. El domingo les tocó el turno a los familiares de Héctor José Díaz Espinosa, quien residía en la colonia Herrera de Santo Domingo Oeste Oeste, Enriquillo fue asesinado a balazos mientras vivía con su esposa en la cuadra.
Héctor, de 38 años, estaba pasando un rato con su pareja el domingo por la noche cuando estalló un tiroteo. Le dispararon por la espalda y solo tuvo tiempo de decirle a su esposa «me mataron».
El hecho ocurrió en la calle Primera del mencionado departamento, y estos casos suelen pasar «sin pena y sin gloria».
La suegra del fallecido manifestó que esa noche le había comentado a su hija que no salga, que se quedaran en la casa, pero la pareja decidió ir por lo menos una hora a festejar.
La señora María Altagracia Ortega expresó que su yerno siempre fue un hombre atento, responsable y aplicado en todas aquellas cosas que se proponía.
«Ese muchacho me compraba hasta los panties, no hay forma de describirte lo que siento con su muerte, era un hijo para mi, era parte de mi familia», manifestó la señora, quien indicó que todavía está en el asombro por la muerte de Héctor.
Héctor dejó tres hijos en la orfandad, dos de estos menores de edad (8 y 4 años) procreados con su esposa, Felícita Cabral Ortega.